La Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) ha advertido que, tras una cirugía por cáncer de mama, si se empieza a notar el brazo más pesado o hinchado puede haber riesgo de linfedema, que es una de las principales secuelas tras la extirpación de los ganglios linfáticos en pacientes con cáncer de mama. Consiste en un acúmulo anormal de líquido linfático que se manifiesta como hinchazón en el brazo.
Con motivo del Día Internacional contra el cáncer de mama, que se celebra el 19 de octubre, la SERMEF ha explicado que la prevalencia de linfedema en mujeres operadas de cáncer de mama es de entre un 10% y un 67%, dependiendo de los tratamientos realizados, tipo de cirugía, la quimioterapia y la radioterapia. Aumenta su probabilidad cuando se realiza linfadenectomía axilar (procedimiento quirúrgico en el que se extraen los ganglios linfáticos en la axila), y se aplican tratamientos de radioterapia y quimioterapia con taxanos.